Cba24n- Juan Ramírez, de penal, y Nahuel Bustos, en dos oportunidades, marcaron los goles del «Matador», que se reivindicó en un partido bisagra. Lértora vio la roja en la «B». Hubo hinchas de los dos clubes.

Pese a que la Superliga se encamina rumbo a cumplir un tercio de su competencia, para Talleres y Belgrano, el clásico que disputan este domingo tiene tintes definitorios, rumbo a un futuro cercano.

Con la «T» intentando tomar la iniciativa en las acciones, su rival pareció esperar un error y sacar ataques rápidos. Así primero desbordó Suárez y por poco Balboa no pudo concretar, más tarde Alanis no pudo cerrar una jugada colectiva y Suárez definió mal en otra, desde afuera del área.

El «Pirata» sufrió con una aparición de Bustos, que ensayó una definición. El local, desde los pies de Ramírez buscó salir, pero aparecieron poco Maroni y Pochettino, los creativos. Para losde Alberdi, la ausencia de Brunetta intentó se reemplazada con piernas que puedan resolver en los últimos metros.

Cuando se moría la primera mitad, llegó el quiebre en el tanteador, por intermedio de un penal para Talleres. A la salida de un córner y tras un rebote, Maroni habilitió a un Ramírez que entró al área a gran velocidad y Rigamonti, que salió demorado, lo tocó y le cometió la falta.

El propio Juan Ramírez lo ejecutó, a los 43 minutos, y puso el 1-0 parcial, con el que se terminó la primera mitad.

Para el arranque del complemento, en el conjunto de Lucas Bernardi ingresó Maximiliano Lugo por Gil Romero, buscando encontrar un poco más de volumen de juego en la mitad de la cancha.

Pero iban sólo cuatro minutos del complemento cuando los de Juan Pablo Vojvoda pasaron a golear. ¿Cómo?

En el arranque fueron decisivos dos goles del juvenil ‘tallarín’ Nahuel Bustos, que marcó por tercer partido consecutivo. A los 2′, el delantero sacó un tremendo derechazo de afuera del área y, segundos después, aprovechó un centro desde la izquierda de Arias, mostró concentración entrando al área chica y fusiló a Rigamonti: 3-0.

Desde allí, las acciones fueron controladas por el «Albiazul», en medio de la desesperación de su oponente. A poco del final, Lértora fue expulsado en Belgrano y el marcador no se movió.

Posiblemente la tabla de promedios demanda un ajuste mucho más rápido al «Celeste», que antes de iniciar el partido se veía en zona de descenso directo, y persisteen ese lugar. Las tres derrotas en fila agudizan la pobreza de un único triunfo en siete juegos.

El ciclo del entrenador pareció quebrarse con aquel error de Lértora en Mar del Plata, que le impidió cerrar con lo que con justicia era otro empate y terminó de agudizar su flaqueza ofensiva. Ahora, una goleada en contra lo condiciona aún más.