La Voz del Interior– Las veterinarias ya no podrán poner animales domésticos en exhibición en vidrieras para su venta, si prospera un proyecto de ordenanza que presentó el concejal Aníbal de Seta (Pro, Juntos por Córdoba).

«Prohíbase la exposición de animales domésticos en vidrieras, escaparates o lugares que cumplan esa función, tanto hacia la vía pública como hacia pasadizos interiores de centros comerciales, hipermercados o establecimientos comerciales colectivos. La prohibición comprende las exhibiciones cuyos fines sean a título oneroso o gratuito», dice el texto que corrige la ordenanza que regula los animales domésticos.

La prohibición alcanza a las especies de mamíferos y aves definidas como mascotas o domésticos.

La iniciativa plantea seis meses como plazo de transición, para que adecuen sus prácticas e instalaciones comerciales evitando la exhibición, como un producto, de un animal. Se plantean, además, funciones de colaboración con la adopción responsable de mascotas. «Los comercios dedicados a la venta de mascotas podrán prestar su colaboración con las actividades de adopción de animales sin dueño que lleve adelante el Municipio mediante la exhibición de material gráfico en sus locales o a través de las acciones que el Municipio considere convenientes», planteó De Seta.

Para el concejal integrado a la bancada oficialista, «ya sea que se juzgue al animal no humano como una cosa mueble (semoviente), como un bien jurídico digno de tutela o como un sujeto no humano portador de derechos, lo cierto es que la sociedad y el derecho han ido avanzando en su consideración y protección, en consonancia con el creciente interés por la defensa del ambiente del que todos los seres vivos formamos parte».

«Debe hacerse notar -concede De Seta- que una importante cantidad de locales de la ciudad de Córdoba optan por resguardar a las mascotas en el interior de los locales de venta y no aplican la política comercial de exhibición de animales en vidrieras, práctica que se conoce como de ‘vidrieras vivas’. Pese a ello, se puede verificar la existencia de numerosos casos de exhibición de animales bajo estas condiciones, tanto en vidrieras que dan hacia la calle como hacia pasillos interiores de centros comerciales e hipermercados».

En particular, De Seta pretende regular para proteger a las mascotas cachorros. «Desde el punto de vista de la salud, los animales exhibidos son usualmente cachorros y el solo hecho de la permanencia en estos espacios cerrados, con movimiento limitado, bajo permanente iluminación –y usualmente separados de sus progenitores- produce un importante incremento en sus niveles de estrés, que luego puede derivar en comportamientos violentos con sus compradores. Si a esto se le suma la exhibición en vidrieras, se agregan elementos como la permanente exposición a factores climáticos, como insolación solar potenciada por el vidrio del local, o la constante incentivación por parte de transeúntes y de ruido vehicular».

La táctica de venta de mascotas, por esta vía, que favorece el modo impulsivo, atenta contra la adopción responsable, el criterio que se busca favorecer desde las asociaciones protectoras y los gobiernos. «Es usual que menores de edad se sientan atraídos por las mascotas y, en ciertos casos, se genere una compra de modo impulsivo o por lástima, que luego pueda derivar en una deficiente atención de los mismos, una vez adquiridos, o en su abandono, con el resultado de un incremento de la cantidad de mascotas sin dueño que habitan y circulan por las calles de nuestra ciudad», entiende De Seta.

El concejal sugiere que se reemplace la exhibición de mascotas en vidrieras a las redes sociales y las plataformas digitales. «No debe soslayarse que el uso de las nuevas tecnologías en comunicación para el caso en cuestión sería altamente positivo, ya que permitiría la exhibición del animal sin necesidad de recurrir a su despliegue en la vidriera o escaparate», sugiere.

Como antecedentes, el concejal cita que esta medida ya se aplica en comunidades y ciudades de países de la Unión Europea, como son los casos de Holanda y España, en estados y localidades de Estados Unidos, y hasta en nuestro país, con la reciente aprobación de una ordenanza en la ciudad de Bahía Blanca que contempla lo perseguido por este proyecto.